Sonrisa saludable; ¿cerebro saludable?

Las enfermedades bucodentales afectan de modo significativo nuestro bienestar general. Usted coincidirá conmigo en que pocas cosas resultan tan molestas como un dolor de muelas o el sangramiento de las encías, y es que las enfermedades bucodentales no son poco frecuentes; todo lo contrario. Las enfermedades orales afectan a 3.900 millones de personas en todo el orbe, y las caries no tratadas en la dentición permanente son la afección de salud más prevalente en el mundo (Marcenes et al., 2013).

Sin embargo, existe otra complicación relacionada con la presencia de una pobre salud bucal que rara vez viene a nuestra mente: el desarrollo de demencia.

Sí, ha leído bien. Las enfermedades bucodentales también son condiciones de salud que incrementa el riesgo de desarrollar demencia en la adultez mayor y forman parte de la lista de factores de riesgo modificables que hemos abordado en nuestro blog.

En nuestro artículo de hoy profundizaremos en este tema y ofreceremos algunas recomendaciones que pueden ayudarte a mantener una adecuada salud bucal, y como resultado, promover también una mejor salud cognitiva.

¿Qué es la enfermedad periodontal?

A grandes rasgos hay dos tipos principales de enfermedades dentales: enfermedad de las encías (periodontal) y caries dental. En el caso de las enfermedades periodontales lo que ocurre es una acumulación de bacterias en las encías, lo cual puede conducir a un deterioro del soporte de sujeción de los dientes (hueso y encías) provocando finalmente la caída del diente.


Los especialistas clasifican las enfermedades periodontales en dos grandes grupos. Por una parte se encuentra la «periodontitis» (la cual es considerada como una enfermedad grave e irreversible donde se afecta completamente la estructura que sujeta al diente) y por otra parte la «gingivitis», caracterizada por la acumulación de placas bacterianas a causa de una deficiente higiene bucal, que de no ser tratada adecuadamente podría evolucionar hasta convertirse en Periodontitis.

La Periodontitis afecta al 20-50% de los adultos mayores y es iniciada por bacterias periodontales, siendo las más conocidas la Porphyromonas gingivalis, Tannerella forsythia, Aggregatibacter actinomycetemcomitans y Treponema denticola. La acumulación de estas bacterias desencadena inflamación en las encías, destrucción del tejido conectivo, formación de bolsas periodontales (aumento del espacio entre la encía y el diente), pérdida de hueso alveolar y la caída del diente (Pihlstrom et al., 2005).

De esta forma debemos entender a la gingivitis y a la periodontitis como dos fases de un continuo. No necesariamente la existencia la primera implica inevitablemente el desarrollo de la segunda, pero siempre el desarrollo de periodontitis estuvo precedido por la existencia de gingivitis.

Periodontitis y demencias: el vínculo

Hay un mecanismo fundamental que vincula a la periodontitis con el desarrollo de las demencias: la inflamación.

Esta inflamación podría ser el resultado de varios procesos. Por una parte está la invasión del tejido cerebral por bacterias periodontales, también la liberación de subproductos bacterianos en el cerebro a través de la invasión del torrente sanguíneo y por último los impactos directos de la inflamación causada por periodontitis sobre  de los nervios periféricos (Kamer et al., 2008).


De forma particular una bacteria llamada Porphyromonas gingivalis juega un papel central en la patogénesis de la EA. Esta bacteria ha sido encontrada con frecuencia en el cerebro y el líquido cefalorraquídeo de pacientes fallecidos con EA (Haditsch et al., 2020). 

Además en el cerebro de los pacientes con EA  también se ha aislado enzimas tóxicas denominadas «gingipaínas» la cuales son secretadas por la Porphyromonas gingivalis y que contribuyen a la formación de placas beta-amiloides (una proteína que se  acumula en el cerebro y hace que las células nerviosas se debiliten y mueran).

Periodontitis y riesgo de demencia: la evidencia

Durante las últimas dos décadas se han conducido varios estudios con el objetivo de vincular a la periodontitis y la gingivitis con las demencias.
Al respecto, una revisión de la evidencia llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela resumió los resultados de 22 estudios sobre este tema entre 2009 y 2015, concluyendo que  “aunque la evidencia disponible indica una tendencia positiva a la asociación entre periodontitis y demencia, se desconoce el grado de esta asociación y la existencia de una relación causal entre ambas enfermedades” (Pazos et al., 2018)

Sin embargo, los datos que vinculan a la periodontitis/gingivitis con el desarrollo de demencia se han robustecido durante los últimos años. Un excelente ejemplo es un estudio publicado en 2020 titulado «Clinical and Bacterial Markers of Periodontitis and Their Association with Incident All-Cause and Alzheimer’s Disease Dementia in a Large National Survey» (Marcadores clínicos y bacterianos de periodontitis y su asociación con la incidencia de demencia por todas las causas y la enfermedad de Alzheimer en una encuesta nacional) (Beydoun et al., 2020).

Los investigadores a cargo de este estudio evaluaron a más de 33 mil participantes con el objetivo de explorar la asociación entre Periodontitis, riesgo de demencia y mortalidad a causa de la demencia. Los resultados indicaron que en los participantes mayores de 65 años existía un mayor riesgo de desarrollar demencia cuando además presentaban Campylobacter RectusPorphyromonas gingivalis dos bacterias periodontales. En el caso de la mortalidad, el riesgo aumentaba cuando además de Campylobacter RectusPorphyromonas gingivalis se añadían otras baceterias, como por ejemplo, Prevotella intermedia o Prevotella nigrescenns.

A nuestro juicio este estudio sobresale por tres aspectos fundamentales:

  • Primero, los autores demuestran que la combinación de varios agentes patógenos es mucho más dañina que la presencia de uno de ellos de forma aislada. 

  • Segundo (y mucho más revelador), que la presencia de bacterias periodontales no constituye un factor de riesgo exclusivo para la demencia tipo Alzheimer, sino para el desarrollo de todos los subtipos de demencia.

De esta forma, los tratamientos que tienen como blanco a las bacterias periodontales podrían ser empleados para prevenir el desarrollo de demencias y quizás también para reducir la progresión del deterioro cognitivo.

Periodontitis y demencias: prevención

Existen varias opciones para prevenir la periodontitis, algunas de ellas consisten en modificaciones de hábitos, mientras que otras intervenciones requieren el empleo de tratamientos quirúrgicos.

long black haired woman smiling close-up photography

RANY Insights

 

Combinación...

La combinación de varios agentes patógenos es mucho más dañina que la presencia de uno de ellos de forma aislada.

 

No solo EA...

La presencia de bacterias periodontales no constituye un factor de riesgo exclusivo para la demencia tipo Alzheimer, sino para el desarrollo de todos los subtipos de demencia.


MÁS INFORMACIÓN...

Sin embargo existen alternativas muy sencillas que están a nuestro alcance y que pueden garantizarnos excelentes resultados en lo que respecta a la prevención de la periodontitis. A continuación resumimos algunas de ellas.

  • Cepillado de dientes: para la prevención de la gingivitis y la periodontitis, se recomienda que las personas se cepillen los dientes al menos dos veces al día. Si es posible, cepillarse los dientes después de cada comida puede ayudar a disminuir aún más el riesgo de contraer la enfermedad. Generalmente, es preferible un cepillo de cerdas suaves a un cepillo de cerdas más duras para las personas en riesgo de contraer la enfermedad, ya que un cepillo más duro puede empeorar los síntomas iniciales y hacer que las encías sangren.

  • Utilizar hilo dental: es esencial que el hilo dental sea parte del régimen de cuidado dental diario para una prevención óptima de la enfermedad periodontal. Muchas personas confían únicamente en el cepillado de dientes cuando, en realidad, es difícil que un cepillo de dientes llegue a lugares finos, como las ranuras entre los dientes. En cambio, se recomienda usar hilo dental una vez al día. El hilo dental puede atravesar áreas de difícil acceso para eliminar la placa y las bacterias, lo que ayuda a proteger al individuo de la periodontitis.

  • Consume alimentos ricos en vitamina D: un estudio publicado en el «American Journal of Clinical Nutrition» examinó datos de 6.700 personas comprobando que quienes tenían los niveles más altos de vitamina D tenían un 20% menos de probabilidades de mostrar signos de gingivitis (Jagelavičienė et al., 2018). Aunque los resultados no significan necesariamente que la vitamina D sea responsable de unas encías más sanas, se ha demostrado que tiene posibles beneficios antiinflamatorios.

  • Visitar a tu dentista con regularidad: es útil que programar citas regulares con el dentista para que un profesional pueda controlar su salud dental y se puedan hacer recomendaciones, si es necesario. Para la mayoría de las personas, una cita una vez al año es suficiente, aunque las personas con un mayor riesgo de periodontitis pueden beneficiarse de visitas más frecuentes.

  • Consume té verde: se ha sugerido que el té verde también promueve la salud periodontal al reducir la inflamación, prevenir la reabsorción ósea y limitar el crecimiento de ciertas bacterias asociadas con las enfermedades periodontales (Chatterjee et al., 2012)

Esperamos que el tema de hoy resultara de tu interés. Si te pareció interesante este contenido, o deseas que abordemos otros temas en nuestro blog, déjanos tus opiniones en la sección de comentarios.

İHasta el próximo lunes!

Sonrisa saludable; ¿cerebro saludable?
Yunier Broche-Pérez PhD 2 August, 2021

Profesor de Neurociencias, Neuropsicología y Psicología Experimental. Mi investigación actual se centra en la neuropsicología positiva, la salud cognitiva y las enfermedades neurodegenerativas..
ResearchGate Profile

Share this post
Archive
Sign in to leave a comment
Sobrepeso, obesidad y riesgo de demencia